El herpes labial es una infección de los labios, la boca o las encías muy común, también es conocido como calentura y está producida por el virus herpes simple. La consecuencia de esta es la aparición de ampollas dolorosas. (También puede aparecer en la nariz o en la barbilla.)
Un herpes labial por lo general tiene tres etapas diferenciadas, comienza con una sensación de picazón, ardor u hormigueo alrededor de los labios. Más tarde, aparecen pequeñas ampollas llenas de líquido que por último explotarán dejando llagas superficiales abiertas, las cuales supurarán liquido para luego formar una costra.
En su fase latente, puede reactivarse por:
- Climas externos
- Cambios hormonales
- Estrés
- Cansancio
- Menstruación
- Intolerancias alimenticias
Los síntomas dependen de la persona y del número de veces que se ha padecido esta infección. En la primera, es normal tener fiebre, malestar, perdida del apetito, dolor de garganta y aumento de los ganglios linfáticos del cuellos.
La transmisión es a través del contacto entre personas por medio de la saliva. Sin embargo, hay que tener claro que te puedes contagiar también cuando la persona infectada no tiene los síntomas externos visibles ya que el virus permanece latente.
Cuando las calenturas ya son visibles es cuando hay mayor riesgo de contagio
Y ahora te preguntarás, ¿cómo puedo combatirlo? Pues bien, debes saber que no tiene cura pero actualmente podemos minimizar los síntomas y prevenir complicaciones.
Para la primera fase: tratamientos antivirales, en el caso de reactivación recomendamos una pomada anestésica junto con tratamiento antiviral también. Nuestra experiencia nos dice que en este caso lo mejor son los medicamentos por via oral.